Inspirada en los valores que definen a una empresa farmacéutica mundialmente conocida, esta escultura fusiona elegancia y dinamismo en formas entrelazadas, donde cada color representa la innovación, la excelencia y la colaboración. Una pieza que evoca movimiento y unión, proyectando luz y armonía, destinada a convertirse en símbolo de identidad y orgullo para quienes la contemplan.

La pieza captura la luz natural que inunda el espacio, proyectando destellos y matices sobre los acabados arquitectónicos, invitando al espectador a contemplarla desde distintos ángulos y descubriendo nuevas perspectivas con cada mirada. La ubicación privilegiada en la entrada convierte a la escultura en el punto de convergencia, guiando y sorprendiendo a todos quienes acceden al edificio.

Más que un objeto, es una experiencia sensorial y emocional que transforma el ambiente, inspirando a colaboradores y visitantes a conectar con el espíritu visionario de la institución. Su presencia afirma el compromiso de innovar y trascender, celebrando la belleza, el progreso y la identidad en cada detalle.